‘Con lo digital me reinventé y es lo mejor que me ha pasado’

Por Sistema de Información para la Artesanía, Siart.

‘Con lo digital me reinventé y es lo mejor que me ha pasado’
‘Con lo digital me reinventé y es lo mejor que me ha pasado’ - Imagen: Artesanías de Colombia

Descubrió el oficio de la tejeduría desde pequeña y su primera creación (mucho antes de crear el Taller Lanas de Tenjo) fue una ruana en lana virgen. A Janeth Russi no se le olvida que desde los nueve años, se enamoró de la labor artesanal y por eso, todavía conserva las agujas con las que aprendió a tejer en el colegio.

Su afición siempre fue el color, así que estudió diseño textil y se enfocó en el tejido en aguja y en telar; técnicas con las que creaba distintas piezas que empezó vendiendo a sus amigos y familiares en Bogotá donde siempre vivió y después en Cota y en Tenjo, municipios de Cundinamarca a los que se mudó junto a su familia. 

Ya instalados en Tenjo, Janeth entró a trabajar en el área administrativa de una oficina. Sin embargo, guardaba la esperanza de dedicarse a la labor artesanal. Fue en este municipio donde un día, su esposo la sorprendió con dos telares: “uno de 80 centímetros y otro más grande, y desde ahí empecé a trabajar sin parar” recuerda con gran emoción, la creadora de Lanas de Tenjo

Así, encontró un local que abría los domingos y allí, desde 2009 y hasta 2020 estuvo vendiendo y promocionando insumos para tejer así como sus artesanías y aquellas elaboradas por otras artesanas de Tenjo. Sin embargo, tras la pandemia por Covid-19, Janeth debió cerrar el local y volver a casa, donde se enfocó en darle vida digital a Lanas de Tenjo. ¡Conozca su historia, en esta entrevista! 

¿Cómo fue ese regreso a casa?

Cuando inició la pandemia, tenía todo en mi casa y me dio mucha angustia de ver la cantidad de productos creados después de once años en el local, entonces empecé nuevamente a tomar fotos, para tener más visibilidad en las redes y eso me sirvió muchísimo porque la gente estaba aburrida en las casas sin hacer nada, entonces me llamaban y yo les hacía domicilio de insumos y demás. Iba hasta donde me dijeran.

Lanas de Tenjo

¿De qué lugares la llamaban los clientes?

Primero, los pedidos eran dentro de Cundinamarca, luego llamaron a pedirme insumos a nivel nacional y aproveché para vender los productos que tenía en casa. Gracias a las redes sociales, después me llamaron a nivel internacional para concretar ventas.

Entre esas llamadas, he recibido también de distintos lugares del mundo como de París (Francia), solicitando información o muestras de diferentes técnicas y tejidos de productos. 

¿Esto gracias a través de las redes sociales?

Si yo no hubiera tenido activas las redes sociales del taller, me habría quedado con mi trabajo acá, no sé qué hubiera hecho. Nuestros clientes actuales están en los medios digitales, la verdad, si no fuera por eso, el taller ya habría desaparecido. Si no fuera por lo digital, habría muerto un proyecto de once años. 

La misma necesidad me obligó a que tenía que tomar fotos porque debía vender los productos. Me dolió muchísimo cerrar el local, pero bueno, me dediqué a inventar contenidos, a mirar cuáles eran los hashtags que funcionaban, me dediqué a aprender más sobre las redes sociales mediante la estrategia #ArtesanoDigital de Artesanías de Colombia  y he tomado otros cursos.

¿Qué significó obtener el Premio #ArtesanoDigital en 2019?

Fue un logro muy importante, y en principio no entendía muy bien por qué debía estar en redes sociales, pero tomé todos los cursos de #ArtesanoDigital, aprendí muchísimo y desde ahí empecé a fortalecer las redes sociales del taller. Ahora, se ven los resultados. 

Antes no sabía cómo enfocarme bien, pero con la constancia y definiendo lo que me gusta, le di una nueva imagen a la marca. Estoy en el proceso del registro de marca y del cambio, me gusta mucho el color morado y por eso la marca está en este color ahora.

En lo digital, hice la tarea fuertemente durante dos años, pero ahora alguien me ayuda y es súper porque me da más ideas, nos unimos y logramos cosas chéveres; es quien me apoya en todo lo digital, está pendiente de los mensajes y demás. Es bueno porque además, genero trabajo.

Lanas de Tenjo

¿Cómo se ha transformado su taller y su ecosistema digital?

En 2020, teníamos en Instagram cerca de 300 seguidores y a la fecha ya son más de 2.000; puede que otras marcas tengan 3.000 o 4.000, pero yo lo veo como una hazaña total. El salto que dimos en Instagram es increíble, allí y en Facebook publicamos nuestro trabajo, seguimos las pautas que aprendimos en #ArtesanoDigital y siempre está presente el telar. 

Además, publico mis cursos de tejido en telar en línea, esa es otra actividad en la que estoy trabajando desde 2021 y que no imaginé que tuviera tanta logística. Las personas que participan están en ciudades como Cartagena, Cúcuta, Medellín, Manizales, Neiva, y Bogotá, entre otras, y ha sido fabuloso porque puedo vender mis insumos y contribuir en una nueva cadena de economía.

En este momento, la tienda en línea está enfocada principalmente en el asunto de los talleres que dicto y los insumos; pero estoy trabajando en una colección grande y especial de artesanías que se promocionen allí, pero también estamos en WhatsApp Business, manteniendo contacto con los clientes. 

¿Qué otros aprendizajes ha tenido?

Con lo digital me reinventé y creo que es lo mejor que me ha pasado debido a la pandemia. Mi trabajo era muy esclavizante, ahora disfruto estar con la familia, salir y compartir con ellos. Algo más que me dejó ese periodo, fue enfocar mi trabajo. En este momento, me dedico a crear productos de decoración como cojines, mantas, sillas de todo tipo y de paso, le estoy dando trabajo a los carpinteros.

Una facilidad que tengo, es que trabajo varias técnicas y no solamente el tejido en telar porque desde pequeña aprendí las dos agujas y el crochet, eso me apasiona. Pero el aprendizaje no ha sido sólo digital, gracias al Laboratorio de Innovación y Diseño de Cundinamarca de Artesanías de Colombia, aprendí la técnica de ‘punch needle’. De hecho, las artesanías que presenté en el Laboratorio para Expoartesanías 2021, se vendieron el mismo día que inició la feria y desde ahí, me empezaron a pedir más diseños.

¿Cuáles son los sueños y metas que tiene el taller Lanas de Tenjo?

Ojalá algún día pueda volver a abrir el local, pero ya con otro concepto siguiendo el enfoque de la decoración. Por otra parte, seguir llegando a otros lugares. Nunca me lo imaginé. Y, por último, seguir enseñando porque si no se enseña el oficio, se pierde la tradición.

Lanas de Tenjo

¿Qué consejo deja a lo artesanos del país, frente a los procesos de digitalización?

Esto es lo que nos toca. El mundo actual nos obligó a abrir redes sociales y a estar en el medio digital, porque toda la gente pregunta, compra y se enamora hoy a través de Internet. 

También que luchen por los oficios, que no dejen perder estas tradiciones. Los chicos ahora no trabajan mucho la artesanía, no les gusta; pero hay que seguir trabajando, seguir luchando y nunca desistir. Para poder mantenernos, definitivamente debemos estar en las redes sociales y utilizar los medios de pago digitales, hay que aprovechar esas oportunidades y no perder ventas.

Especial realizado por el Sistema de Información para la Artesanía, Siart, de Artesanías de Colombia. 

 

Descubrió el oficio de la tejeduría desde pequeña y su primera creación fue una ruana en lana virgen. A Janeth Russi no se le olvida que desde los nueve años, se enamoró de la labor artesanal y por eso, todavía conserva las agujas con las que aprendió a tejer en el colegio.
Su afición siempre fue el color, así que estudió diseño textil y se enfocó en el tejido en aguja y en telar; técnicas con las que creaba distintas piezas que empezó vendiendo a sus amigos y familiares en Bogotá donde siempre vivió y después en Cota y en Tenjo, municipios de Cundinamarca a los que se mudó junto a su familia. 
Ya instalados en Tenjo, Janeth entró a trabajar en el área administrativa de una oficina. Sin embargo, guardaba la esperanza de dedicarse a la labor artesanal. Fue en este municipio donde un día, su esposo la sorprendió con dos telares: “uno de 80 centímetros y otro más grande, y desde ahí empecé a trabajar sin parar” recuerda con gran emoción, la creadora de Lanas de Tenjo. 
Así, encontró un local que abría los domingos y allí, desde 2009 y hasta 2020 estuvo vendiendo y promocionando insumos para tejer así como sus artesanías y aquellas elaboradas por otras artesanas de Tenjo. Sin embargo, tras la pandemia por Covid-19, Janeth debió cerrar el local y volver a casa, donde se enfocó en darle vida digital a Lanas de Tenjo. ¡Conozca su historia, en esta entrevista! 
¿Cómo fue ese regreso a casa?
Cuando inició la pandemia, tenía todo en mi casa y me dio mucha angustia de ver la cantidad de productos creados después de once años en el local, entonces empecé nuevamente a tomar fotos, para tener más visibilidad en las redes y eso me sirvió muchísimo porque la gente estaba aburrida en las casas sin hacer nada, entonces me llamaban y yo les hacía domicilio de insumos y demás. Iba hasta donde me dijeran.
¿De qué lugares la llamaban los clientes?
Primero, los pedidos eran dentro de Cundinamarca, luego llamaron a pedirme insumos a nivel nacional y aproveché para vender los productos que tenía en casa. Gracias a las redes sociales, después me llamaron a nivel internacional para concretar ventas.
Entre esas llamadas, recibí una de París (Francia), solicitando unas muestras en diferentes técnicas y tejidos de productos. En esto, llevo un año y estoy feliz porque ahorita se abre una colección con unos productos míos y en un gran almacén de la capital francesa. Son unas tiendas hermosas, de las que no puedo comentar ahora porque tengo un contrato de confidencialidad. Pero el lanzamiento se realizará en diciembre de 2022 y entonces, podremos ver las artesanías y conocer más detalles. 
¿Esto gracias a través de las redes sociales?
Si yo no hubiera tenido activas las redes sociales del taller, me habría quedado con mi trabajo acá, no sé qué hubiera hecho. Nuestros clientes actuales están en los medios digitales, la verdad, si no fuera por eso, el taller ya habría desaparecido. Si no fuera por lo digital, habría muerto un proyecto de once años. 
La misma necesidad me obligó a que tenía que tomar fotos porque debía vender los productos. Me dolió muchísimo cerrar el local, pero bueno, me dediqué a inventar contenidos, a mirar cuáles eran los hashtags que funcionaban, me dediqué a aprender más sobre las redes sociales mediante la estrategia #ArtesanoDigital de Artesanías de Colombia  y he tomado otros cursos.
¿Qué significó obtener el Premio #ArtesanoDigital en 2019?
Fue un logro muy importante, y en principio no entendía muy bien por qué debía estar en redes sociales, pero tomé todos los cursos de #ArtesanoDigital, aprendí muchísimo y desde ahí empecé a fortalecer las redes sociales del taller. Ahora, se ven los resultados. 
Antes no sabía cómo enfocarme bien, pero con la constancia y definiendo lo que me gusta, le di una nueva imagen a la marca. Estoy en el proceso del registro de marca y del cambio, me gusta mucho el color morado y por eso la marca está en este color ahora.
En lo digital, hice la tarea fuertemente durante dos años, pero ahora alguien me ayuda y es súper porque me da más ideas, nos unimos y logramos cosas chéveres; es quien me apoya en todo lo digital, está pendiente de los mensajes y demás. Es bueno porque además, genero trabajo.
¿Cómo se ha transformado su taller y su ecosistema digital?
En 2020, teníamos en Instagram cerca de 300 seguidores y a la fecha ya son más de 2.000; puede que otras marcas tengan 3.000 o 4.000, pero yo lo veo como una hazaña total. El salto que dimos en Instagram es increíble, allí y en Facebook publicamos nuestro trabajo, seguimos las pautas que aprendimos en #ArtesanoDigital y siempre está presente el telar. 
Además, publico mis cursos de tejido en telar en línea, esa es otra actividad en la que estoy trabajando desde 2021 y que no imaginé que tuviera tanta logística. Las personas que participan están en ciudades como Cartagena, Cúcuta, Medellín, Manizales, Neiva, y Bogotá, entre otras, y ha sido fabuloso porque puedo vender mis insumos y contribuir en una nueva cadena de economía.
En este momento, la tienda en línea está enfocada principalmente en el asunto de los talleres que dicto y los insumos; pero estoy trabajando en una colección grande y especial de artesanías que se promocionen allí, pero también estamos en WhatsApp Business, manteniendo contacto con los clientes. 
¿Qué otros aprendizajes ha tenido?
Con lo digital me reinventé y creo que es lo mejor que me ha pasado debido a la pandemia. Mi trabajo era muy esclavizante, ahora disfruto estar con la familia, salir y compartir con ellos. Algo más que me dejó ese periodo, fue enfocar mi trabajo. En este momento, me dedico a crear productos de decoración como cojines, mantas, sillas de todo tipo y de paso, le estoy dando trabajo a los carpinteros.
Una facilidad que tengo, es que trabajo varias técnicas y no solamente el tejido en telar porque desde pequeña aprendí las dos agujas y el crochet, eso me apasiona. Pero el aprendizaje no ha sido sólo digital, gracias al Laboratorio de Innovación y Diseño de Cundinamarca de Artesanías de Colombia, aprendí la técnica de ‘punch needle’. De hecho, las artesanías que presenté en el Laboratorio para Expoartesanías 2021, se vendieron el mismo día que inició la feria y desde ahí, me empezaron a pedir más diseños.
¿Cuáles son los sueños y metas que tiene el taller Lanas de Tenjo?
Ojalá algún día pueda volver a abrir el local, pero ya con otro concepto siguiendo el enfoque de la decoración. Por otra parte, seguir llegando a otros lugares como lo estoy haciendo con la tienda en París; esa ha sido para mí, la mayor satisfacción. Nunca me lo imaginé. Y, por último, seguir enseñando porque si no se enseña el oficio, se pierde la tradición.
¿Qué consejo le dejas a artesanos del país frente a los procesos de digitalización?
Esto es lo que nos toca. El mundo actual nos obligó a abrir redes sociales y a estar en el medio digital, porque toda la gente pregunta, compra y se enamora hoy a través de Internet. 
También que luchen por los oficios, que no dejen perder estas tradiciones. Los chicos ahora no trabajan mucho la artesanía, no les gusta; pero hay que seguir trabajando, seguir luchando y nunca desistir. Para poder mantenernos, definitivamente debemos estar en las redes sociales y utilizar los medios de pago digitales, hay que aprovechar esas oportunidades y no perder ventas.
Especial realizado por el Sistema de Información para la Artesanía, Siart, de Artesanías de Colombia. 
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Alexandra Díaz
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